La matriz del título
En el post anterior apuntábamos a que no existía una correlación fuerte entre el éxito académico y el éxito empresarial. Cuando decimos esto último apuntamos a desarrollar negocios, tal como lo hace un emprendedor. Es frecuente conversar con mis alumnos del impacto que tendría su título en el mercado laboral y siempre les digo lo mismo «en las carreras de negocios hay un muy fuerte componente individual». Saber de negocios no es algo que necesariamente lo brinde un título. Pero les decía que me construí una simple matriz que le puse el «creativo» nombre de Matriz del título. Allí visualicé dos dimensiones: a una le puse «formación» y a la otra «opción». En el área de formación me imaginé dos posibilidades: una persona que acceda a un título y otra que tenga el conocimiento de como hacer las cosas (por experiencia, talento, habilidades innatas, etc.). En la dimensión opción surgen dos posibilidades: se empleado o emprendedor. Y allí concluí que para el mercado laboral el título se constituye en una herramienta clave para el crecimiento dentro de las organizaciones, mientras que sólo el conocimiento seguramente acote esas posibilidades. En el mundo del emprendedor el efecto es distinto, ya que el título carece de validez para que la caja registradora empiece a tintinear, pero es imprescindible tener conocimiento para que cuando lleguen las oportunidades poder aprovecharlas.
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