Publicidad por impulso

En estos precisos instantes me encuentro reflexionando con mi compañero de trabajo sobre todo lo que hay detrás de la publicidad antes de que esta salga al aire. Y suele ser un tema recurrente cuando hablamos de algunos avisos muy conocidos al iniciar las clases. Siempre aclaro que existe un tiempo más que prudencial antes de que un aviso se haga público. Puede haberse originado en la empresa o en la agencia de publicidad, pero de lo que no quedan dudas es que es un proceso largo con un proceso de «pienso» bastante intenso.

Más allá de definiciones más de corte estratégico, como el objetivo de la campaña o la definición del público objetivo de la misma, lo que lleva más tiempo es la ejecución. Eso sucede habitualmente en cualquier acción comunicacional. Todo el proceso desde el «pienso» hasta que la publicidad está «lanzada» siempre requiere de un proceso relativamente largo. En ese lapso, hay varios actores que normalmente van aplicando correcciones desde sus distintas perspectivas. Además, usualmente se hace un testeo previo con el público objetivo de la pieza publicitaria, donde algunas veces se muestran distintas opciones para testear cual es la que genera mayor impacto. También se hace estudios post publicitarios, una vez que la campaña ya fue lanzada. Asimismo, desde la investigación de mercados se hacen diversos estudios que permiten cuantificar el impacto de la campaña. Tanto con los ratings o el tiraje, que permiten conocer de primera mano el alcance de campañas de TV, radio o prensa; como con los estudios que permiten medir niveles de recordación publicitaria, anhelando todos acceder al tan mentado top of mind. En definitiva, el proceso global es lento.

Desde la óptica del consumo, también se generan procesos de venta que son relativamente lentos. Cuando realizamos en BM Business Partners estudios para medir «qué es lo que impactó más en la decisión de compra» nunca encontramos un único factor, y siempre la incidencia es de múltiples estímulos. Sin embargo, en el consumo hay una categoría que llamamos «venta por impulso» que es la que usualmente no requiere de una compra planificada. En lo supermercados, a modo de ejemplo, se llaman así a los productos que se encuentran cerca de las cajas y donde el comprador suele tomarlo sin meditarlo demasiado.

En el mundo publicitario, podemos inaugurar la categoría «publicidad por impulso» con el advenimiento de los medios digitales. Hoy en día, está al alcance de cualquier anunciante realizar una campaña en internet sin meditarlo demasiado y en pocos minutos. Esto implica un cambio cualitativo importante en la toma de decisiones y un acoplamiento positivo a la velocidad con la cual se generan cambios en estos tiempos. Los procesos de las campañas tradicionales no acompañan el ritmo vertiginoso que se produce en esta era. Las campañas en medios digitales pueden ser ejecutadas de inmediato pero, más importante aún, pueden ser modificadas de inmediato ante cualquier situación que implique un cambio. Pero lo más relevante de todo esto, es que el anunciante tiene contacto de primera mano con la campaña, hecho nada menor frente a otras realidades. Nos vemos en la próxima.


Gracias por leernos! Puedes acceder a:

  • 30 minutos de asesoramiento sin costo agendando aqui
  • Y puedes conocer nuestro servicio de outsourcing comercial en B2B entrando a la web B2B Growth Latam
SHARE

balseiro

    VOLVER ARRIBA