La suerte en el mundial y en los negocios

El término «ganó porque tuvo suerte» o «es un tipo de suerte» nos acompaña casi desde que nacimos. Por alguna razón casi mitológica, solemos incluir a la suerte en casi todas las actividades que realizamos. En el mundial, por ejemplo, hay varios casos donde le asignamos suerte al haber ganado o suerte porque un rival no consiguió el resultado y nos benefició o suerte porque pegó en el palo sí la pelota va hacia nuestro arco. También le faltó suerte a Suárez en el partido del debuto al haber errado 3 goles cantados cara a cara con el golero. En el mundo de los negocios también se asigna frecuentemente con esa descripción a quien por alguna razón obtiene alguna venta imposible o un ascenso que no estaba en los pronósticos, entre otras muchas opciones. Por ejemplo, quizá podamos decir que Steve Jobs tuvo suerte al haber nacido, o vivido para ser más exacto, donde vivió, ya que seguramente por razones varias si hubiese nacido en Uruguay su destino habría agarrado seguramente por otros caminos.

¿Pero existe realmente la suerte? El azar tiene su influencia en muchas facetas y el mundial y los negocios no escapan a la norma. Ahora arrancan los 8vos de final y entre otros, se enfrentan España y Rusia. Sin duda hay un favoritismo muy marcado para los ibéricos pero el mismo se diluye considerablemente al ser sólo un partido. No es suerte, es probabilidad. ¿Puede Suárez errar tantos goles? Efectivamente, la gran generación de oportunidades que Suárez tiene hace que las posibilidades de fallar esté siempre latente. Algunos dicen que Tabárez ha tenido suerte, pero ¿se puede tener suerte de manera continua durante tantos años?. En los negocios, el magnate Richard Branson, creador de la discográfica Virgin, llegó a su primer millón al descubrir a un jóven músico cuyo tema principal se convirtió luego en la canción de la película «El exorcista». ¿Existe la suerte aquí? Es posible, pero Branson estaba buscando insaciablemente un descubrimiento de ese tipo.

La suerte existe, pero podría definirse como pequeños momentos aleatorios donde la balanza se inclina hacia un lado. Sí bien podemos concluir que esto sea así, para logros consistentes como la carrera de un deportista o el éxito en el mundo de los negocios se requiere algo más que eso y la suerte no suele «mover la aguja» de manera continua. O como dice un dicho popular, suerte es cuando la capacidad y la oportunidad se juntan. Nos vemos en la próxima.


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Pablo

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