¿Cómo decidir donde capacitarse?
Estos primeros meses que llevamos en el Centro de Marketing Avanzado nos ha permitido agregar a nuestra experiencia en formación orientada a empresas, conocimiento sobre cómo toma la decisión de capacitarse el particular. Y en ese proceso hemos detectado algunas características comunes. Una de ellas, es que la desorientación es grande cuando se está tratando de encontrar una alternativa para formarse. Creo que la intención exclusiva de los institutos por vender hace que quede en un segundo plano la idea de asesorar. Nosotros incluimos como parte del proceso una entrevista previa a la inscripción. No lo hacemos con la intención de generar un filtro, sino todo lo contrario, entendemos que escuchando las necesidades individuales se puede orientar a la persona para que tome una decisión acorde a sus expectativas.
El segundo aspecto que llama la atención es el excesivo foco que se hace en los contenidos de los programas. En la era de la información, donde todo abunda y donde la clave es elegir información relevante para tomar decisiones, el contenido se ha convertido en un commodity, es decir, en algo que cualquier propuesta educativa puede ofrecer. Comparar contenidos entre diferentes opciones educativas nos va a llevar a conclusiones equivocadas.
La clave en el proceso de decisión debería pasar por 2 aspectos: la experiencia práctica del docente y la metodología. Lo primero es patrimonio de muy pocos lugares, pero en el mundo de los negocios lo único relevante y decisivo es la praxis. Nosotros, al definir el perfil de los docentes, nos planteamos que al menos un 80% de su perfil esté integrado por experiencia relevante ( y sí es en empresas con pocos recursos mejor) y el restante 20% por su formación académica. El grado de energía, motivación y transmisión de habilidades de un docente con este perfil es mucho más productivo del que quien sólo lee power point en clase.
El segundo aspecto que marcábamos con anterioridad es disponer de una metodología que vaya de la mano con la realidad. Hacer ejercicios que nunca se replicaran en el mundo real no tienen sentido. Hacer repetir conceptos que están en un libro tampoco. El mundo de los negocios es muy dinámico, no hay verdades absolutas ni certezas, por lo tanto la metodología debe asemejarse más a lo que pasa en un lugar de trabajo y menos a lo que pasa en un aula tradicional. Nos vemos en la próxima.
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